Excavación Velez-Málaga
EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN LA CALLE FORTALEZA Nº 12 DE VÉLEZ-MÁLAGA (MÁLAGA).
JOSÉ IGNACIO LÓPEZ RODRÍGUEZ
DAVID GESTOSO MOROTE
Astarté-Estudio de Arqueología, S.L.L.
Resumen: El solar situado en el número 12 de calle Fortaleza de Vélez-Málaga se encuentra en el barrio de la Villa, lo que era la madina musulmana, y junto al castillo. Los resultados sólo han aportado un nivel de ocupación de época musulmana, correspondiendo el resto a estructuras de época moderna.
Summary: The site is located at number 12 of Fortaleza street of Vélez-Málaga, in the neighborhood of the Villa, which was the muslim madina, next to the castle. The results have only provided a level of occupation´s Muslim era, the rest being modern era structures.
RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN.
Los trabajos realizados en la presente intervención arqueológica preventiva comenzaron con el planteamiento topográfico de los dos cortes a excavar. El corte más próximo a la puerta de entrada al solar desde la calle Fortaleza se ha denominado C-1 y tiene unas dimensiones de 7 x 5 metros y el más alejado C-2 con unas dimensiones de 8 x 5 metros. A continuación se realizó el rebaje mecánico de los niveles de relleno contemporáneos. Por último, se inició la excavación manual con el concurso de cuatro operarios auxiliares.
Las cotas con las que trabajamos son absolutas y partimos de una cota del nivel del suelo de la parcela de 100 m.s.n.m. en su lado sur, mientras que la cota de la calle es de 102´88 m.s.n.m. en la esquina norte y de 105´54 m.s.n.m. en la esquina sur debido al rebaje existente. El nivel geológico está compuesto por roca pizarra de escasa consistencia (UE 2) y por roca arenisca (UE 30) y presenta un fuerte desnivel, cayendo desde el este hacia el oeste. Aparece a una cota máxima de 99´27 m.s.n.m. (-0´65 m.) en C-1 y llega hasta los 96´99 m.s.n.m. como cota mínima en C-2.
En cuanto a los objetivos planteados en el Proyecto de intervención, éstos se han cumplido en su mayoría. Se ha realizado una excavación integral en extensión y profundidad de los restos arqueológicos hasta agotar la secuencia estratigráfica, se ha dictaminado la naturaleza y cronología de los restos hallados, se han establecido las distintas fases de ocupación culturales, su naturaleza y función a lo largo de las diferentes etapas, se ha dictaminado la extensión y potencia real de los restos. Además hemos podido establecer la secuencia diacrónica de ocupación urbana de la zona. Las características físicas y demográficas de la población medieval no se han determinado al no aparecer restos humanos.
1. Fases de ocupación.
Se han documentado tres fases de ocupación: musulmana, moderna y contemporánea.
Época musulmana (siglos XIII-XV).
La mayoría de los materiales musulmanes han aparecido mezclados con otros de época moderna, por lo que quedan adscritos a rellenos que han utilizado tierras del entorno, donde lógicamente habría cerámica musulmana, ya que nos encontramos dentro de la medina y a escasos metros de la fortaleza de la ciudad.
El único elemento que podemos adscribir a los últimos momentos de la ocupación musulmana es un pozo o silo (UE 28), ya que los materiales que lo colmatan se encuadran dentro de la tipología almohade-nazarí. Se trata de un espacio de planta rectangular excavado en la roca arenisca (UE 30), delimitado por dos muros y por la propia roca y que se ubica en la esquina noroeste del corte C-1. La anchura del pozo es de 1´02 x 0´73 metros y su profundidad de 1 metro. El fondo del mismo está compuesto por la propia arenisca del terreno.
El muro UE 31 se encuentra bajo el muro moderno UE 23 del perfil norte, que mantiene su alineación, y está construido a base de hiladas de ladrillos colocados horizontalmente y con ligante de barro. Tiene 0´90 metros de longitud y 0´90 metros de profundidad. Enfrente (lado sur) encontramos el otro muro (UE 27), que presenta una fábrica mixta a base de ladrillos y de mampuestos de mediano tamaño con ligante de barro y sus dimensiones son 1´06 x 0´40 metros y una altura de 0´80 metros.
Podemos interpretar que el pozo musulmán se abandona y colmata en los últimos momentos nazaríes y que posteriormente se construyen las estructuras de época moderna que, seguramente por ser todavía visibles, mantienen la alineación de uno de los muros del pozo musulmán.
Época moderna (siglos XVII-XVIII).
La ocupación del solar en época moderna parece ser la más importante y se efectúa directamente sobre el nivel geológico (UE 2-30), aprovechando las irregularidades del terreno unas veces para apoyar los muros y otras excavando en la roca para nivelar o modelar el terreno. Los estratos que cubren todas las estructuras halladas presentan materiales cerámicos en su mayoría de época moderna aunque con algunos fragmentos musulmanes de época almohade y nazarí, sin duda correspondientes a aportes de tierra del entorno usados para nivelar el terreno o simplemente debidos a la propia acción natural, ya que nos encontramos en una ladera con fuerte pendiente justo debajo de la fortaleza medieval, en su cara oeste.
En el corte C-1 encontramos un terreno con pizarra en el lado sur y arenisca en el norte en el que se construye una serie de estructuras. La de mayor envergadura corresponde a una estancia, habitación A, formada por dos muros (UE 9 y UE 16) que se adaptan al terreno apoyándose directamente en la roca. El muro UE 9 tiene una orientación este-oeste y unas dimensiones de 1´40 x 0´47 metros y su altura máxima conservada es de 0´30 metros. Su fábrica consiste en seis hiladas con alternancia de mampuestos medianos y ladrillos y ligante de barro.
El muro UE 16 hace esquina con el anterior, su orientación es norte-sur y sus dimensiones de 5´10 x 0´47 metros con una altura conservada de 0´70 metros. En su construcción podemos observar una zarpa de grandes mampuestos como cimentación sobre la que se levanta el muro de mampostería mediana y ladrillo con cinco hiladas conservadas.
Su extremo norte apoya sobre la roca arenisca, no conservándose otra esquina o cierre de la estancia. En el interior de la misma se documentaron los restos de un posible pavimento de ladrillos colocados horizontalmente (UE 25) muy mal conservado sobre el que había dos grandes mampuestos calizos que descansaban horizontalmente. El interior de la esquina de la habitación A se localiza una pequeña estructura de forma elíptica (UE 26) compuesta por un sencillo anillo de mampuestos medianos que interpretamos como un pequeño silo o depósito excavado en la roca para almacenar alimentos. Sus dimensiones son 1´20 x 0´60 metros y su profundidad de 0´54 metros.
Al sur del muro UE 9 encontramos un pequeño murete paralelo a él (UE 8) formado por pequeños mampuestos con ligante de barro. Sus dimensiones son 0´80 x 0´25 metros y una altura de 0´25 metros. Delimita un pequeño pavimento de mortero de planta rectangular (UE 24) que está encajado entre la roca arenisca y que se pierde en el perfil sur, sin que se pueda establecer su funcionalidad. Al oeste del muro UE 16, es decir, fuera de la habitación A, se conservan los restos de un pavimento de ladrillos con un mortero de cal (UE 29) apoyados directamente sobre la roca.
Paralelo al perfil norte discurre un nuevo muro (UE 23) de mampostería mediana y ladrillos con ligante de barro que apoya directamente en la roca arenisca con unas dimensiones de 2´40 x 0´30 metros. Bajo él se encuentra el muro musulmán UE 31 correspondiente al pozo UE 28.
En el corte C-2 también se han documentado diferentes estructuras relacionadas con las anteriores, de las que unas están construidas sobre la roca y otras excavadas en ella.
En total se han hallado aquí tres pozos o silos de planta circular excavados por completo en la pizarra. Todos ellos se encuentran colmatados con materiales modernos y musulmanes, aunque no podemos descartar que fueran excavados en época musulmana y reutilizados posteriormente. En el centro del corte se sitúa el pozo UE 12 con un diámetro de 1´15 metros y una profundidad de más de 1´30 metros, ya que no se halló el firme. Hacia el este uno más pequeño, UE 21, con un diámetro de 0´90 metros y una profundidad de 0´90 metros, donde se encontraba la base de la roca pizarra.
Junto al perfil este y un poco más al norte se halla el silo UE 15 con un diámetro de 1´15 metros y una profundidad de 0´80 metros. Su fondo está formado por una tierra verdosa de matriz granulosa fina y el relleno del mismo presenta una gran cantidad de cerámica, entre la que destaca la de época musulmana (nº inventario 4), junto a otra moderna.
Desde el lado sur hasta el centro de corte discurre sobre la cota máxima de la roca pizarra una atarjea de ladrillos, UE 4, que aprovecha la pendiente para canalizar el agua hacia el lado oeste. Conserva una longitud de 2´03 metros con una anchura de 0´48 metros y hacia su mitad presenta un quiebro hacia el oeste. Está formada por un fondo de ladrillos y dos muretes laterales, con dos hiladas conservadas, configurando un canal de 18 cm. de anchura.
El módulo de los ladrillos es de 30 x 15 x 3´5 cm. Su parte más alta, hacia el sur, la línea de la atarjea se extiende mediante cinco lajas calizas de gran tamaño dispuestas horizontalmente y con restos de mortero de cal en sus dos caras (UE 3) que podría ser la base de un muro o parte de la propia canalización muy deteriorada. En el lado este de la atarjea permanecen visibles los restos de un posible pavimento de pequeños mampuestos que tapa parte del silo UE 21, por lo que podría pertenecer a un momento posterior o ser el cierre de dicho silo.
El extremo norte del corte se conservan los restos de un pavimento de ladrillos colocados de canto (UE 11) con una disposición de dos líneas verticales de ladrillos de las que salen el resto de líneas horizontales. Se utiliza el barro como ligante y apoya directamente sobre la roca pizarra. Se podría interpretar a tenor de su fábrica y de su ubicación dentro del conjunto de estructuras como un posible patio al aire libre.
Entre este pavimento y la atarjea se documenta una pequeña estancia de planta rectangular excavada en la roca, habitación B, con unas dimensiones de 2´22 x 1´52 metros. En su lado norte presenta los restos de un murete (UE 18) con tres hiladas de mampostería mediana que apoya en la propia pared excavada en la roca y con una dirección oeste-este.
En su lado sur se conserva un pavimento muy tosco a base de mampuestos de tamaño grande, mediano y pequeño (UE 17). Otro resto de murete, UE 19, con dirección norte-sur que también aprovecha la pared de la roca, podría pertenecer a la misma estructura, que formaría una pequeña esquina hacia el norte, aunque aparece muy deteriorado.
En la cota más baja del corte, en su lado oeste, hallamos la estructura de mayor envergadura del mismo. Se trata de dos muros que forman esquina, habitación C, y de una escalinata. Junto al perfil sur y paralelo a él se encuentra el muro UE 5 de mampostería mediana y grande, con unas dimensiones de 2 x 0´50 metros. Aparece cubierto por el estrato UE 7, con restos de ladrillos, piedras, material cerámico y algún pequeño fragmento de mortero con pintura roja, lo que podría indicar que estuvo enlucido y pintado.
Adosada a su cara sur presenta una escalinata, realizada con material reutilizado como una piedra de molino, con tres grandes escalones de tres hiladas de mampuestos y ladrillos. Formando esquina con UE 5 se encuentra el muro UE 13 con unas dimensiones de 3´80 x 0´60 metros y una altura conservada de 0´90 metros. Su fábrica es a base de mampostería mediana con ligante de barro y tiene una orientación norte-sur. Se apoya en la roca pizarra, previamente tallada, y se documenta un gran derrumbe o relleno a modo de contención entre el muro y la roca natural en su lado este (UE 20).
Época Contemporánea (siglo XX).
Tras el abandono de las estructuras descritas anteriormente la parcela no vuelve a urbanizarse, quedando como escombrera y adaptándose los diferentes rellenos de escombros allí arrojados a la pendiente original del terreno, como puede observarse en la huella dejada en la pared medianera del lado sur. En momentos muy recientes la parcela se rebajó y se niveló para utilizarse como lugar de acopio de materiales y de trabajo, que es tal y como la encontramos hoy en día.
CONCLUSIONES.
El solar que nos ocupa se sitúa en la cara oeste del cerro en que se sitúa la fortaleza medieval de Vélez-Málaga y muy próximo a ella. Debido a la pronta afloración de la roca natural y a los trabajos de nivelación del terreno a lo largo del tiempo, los posibles niveles más antiguos pertenecientes a la madina musulmana han sido arrasados a excepción de un pozo. Entre los estratos documentados se ha hallado numeroso material constructivo así como material cerámico revuelto de diferentes épocas, sin duda pertenecientes tanto a los aportes de tierra para nivelar el terreno como al propio rodamiento de los mismos desde cotas más altas.
La ocupación más antigua documentada en el solar de la calle Fortaleza nº 12 de Vélez-Málaga corresponde a los siglos XIII-XV si nos atenemos a los materiales de colmatación de un pozo. Las posibles estructuras asociadas simplemente han desaparecido, si las hubo, aunque no se descarta que el resto de pozos aparecidos fueran excavados en la roca en época musulmana y reutilizados posteriormente en época cristiana.
Entre los depósitos de época moderna (siglos XVII-XVIII) encontramos materiales residuales de momentos anteriores, principalmente ataifores y jarritas pertenecientes a momentos almohades y nazaríes.
Las estructuras documentadas se debieron mantener en uso durante un espacio prolongado de tiempo hasta que fueron abandonadas en el siglo XIX, quedando la parcela sin urbanizar hasta el día de hoy, ya que quedó como escombrera improvisada.
Así, lo más destacable de la presente intervención es el hallazgo de varios muros y silos que parecen formar un conjunto más o menos homogéneo datable en la época moderna. Podemos diferenciar tres estancias, la habitación A en el corte C-1 (al norte) y las habitaciones B y C en el corte C-2 (al sur).
Los restos de la habitación A están formados por dos muros haciendo esquina que siguiendo las irregularidades del terreno se apoyan en la propia roca en su construcción. Parece que estuvo pavimentada con un tosco suelo de ladrillos colocados horizontalmente y en la propia esquina presenta un pequeño silo excavado en la roca.
La habitación B se excavó en la roca pizarra y después se levantaron unos muretes de mampostería apoyados sobre dichas paredes naturales. Es de planta rectangular y conserva parte de su pavimento, realizado con mampuestos de gran tamaño.
La habitación C está compuesta por dos muros que también se apoyan en la roca pizarra, previamente recortada para nivelar un poco el terreno. En su exterior presenta una escalinata de tres peldaños utilizados para salvar el desnivel de la ladera. A una cota más elevada se documenta una atarjea que servía para conducir el agua aprovechando la pendiente natural.
Los restos de un pavimento en una terraza por encima de la cota de la habitación B realizado con ladrillos colocados de canto parecen corresponder a un posible patio o zona pavimentada al aire libre.
Por otro lado, es de destacar el hallazgo de cuatro pequeños silos de planta circular excavados en la roca en un reducido espacio. El fondo de los mismos es la propia roca del terreno, por lo que nos inclinamos más por pensar en silos de almacenamiento que en pozos negros.
Un nuevo muro de mampostería localizado en el perfil norte de C-1 podría corresponder a otra estancia, aunque, en todo caso, quedaría fuera de la zona de excavación. Por último, se localizan los restos de un tabique de ladrillos en el perfil oeste de C-2, sin que podamos definir su funcionalidad.
Todo ello nos lleva a pensar que estamos ante un ambiente doméstico,de la antigua ciudad de Vélez-Málaga quizás con alguna zona para guardar animales.
La atarjea aparecida podría muy bien canalizar el agua de algún pequeño manantial cercano o de la propia lluvia para darle un uso humano.
Debido a la ausencia de intervenciones arqueológicas en la zona, a pesar de su enorme interés, no podemos hablar de paralelos. Basándonos en la cercanía a la fortaleza medieval, en el hecho de encontrarnos dentro del recinto amurallado de Ballix y en la información de los repartimientos de la ciudad en época cristiana, las expectativas de la presente intervención apuntaban hacia la posibilidad de encontrar alguna estructura de la ciudad islámica. Pero el hecho de no haber hallado niveles de época musulmana no significaría en nuestra parcela que éstos no hubieran existido, ya que parece que hubo un arrasamiento de los niveles anteriores en época moderna para nivelar el terreno rocoso y levantar las nuevas edificaciones. No descartamos que alguna construcción musulmana se hubiera reaprovechado, como podría ser alguna de las estancias excavadas en la roca o alguno de los silos.
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